Cuando Gaddafi viaja por el mundo, lo hace acompañado de estas damas y suele alojarse con ellas en su jaima, una tienda de campaña beduina a la que no le falta ningún tipo de lujo.
En 2004, la guardia amazónica acompañó a Gaddafi durante su visita a Bruselas. En 2006, el líder libio produjo un incidente internacional cuando aterrizó en Nigeria, de visita para una reunión cumbre, con sus doscientas mujeres de la guardia amazónica fuertemente armadas. Nigeria le negó la entrada por varias horas, pero finalmente Gaddafi cumplió con las reglamentaciones internacionales y aceptó entrar en el país sin armamento.
Por supuesto, Gaddafi se ha hecho acompañar de sus amazonas en sus dos visitas a Italia. La primera de ellas, en 2009, dejó un sabroso puñado de anécdotas, ya que Gaddafi es uno de los líderes internacionales más peculiar y polémico, tanto por sus declaraciones como por su forma de actuar. Llegó a Roma con la fotografía de un héroe libio ahorcado por los italianos en la solapa del traje. Libia fue colonia del país europeo durante más de 30 años y eso se perdona, pero no se olvida. El encuentro más curioso lo mantuvo con unas 1.000 mujeres empresarias.
En la misma línea, en su visita a España de 2009 pagó unos 100.000 euros para que la compañía de Rafael Amargo actuará ante él.
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